Sábado. Adviento Lc 1, 57-66
“¡Se cumplió el tiempo!”.
Cuando llegó el tiempo en que Isabel debía ser madre, dio a luz un hijo.
Al enterarse sus vecinos y parientes de la gran misericordia con que Dios la había tratado, se alegraban con ella.
A los ocho días, se reunieron para circuncidar al niño, y querían llamarlo Zacarías, como su padre; pero la madre dijo: «No, debe llamarse Juan».
Ellos le decían: «No hay nadie en tu familia que lleve ese nombre».
Entonces preguntaron por señas al padre qué nombre quería que le pusieran. Este pidió una pizarra y escribió: «Su nombre es Juan». Todos quedaron admirados. Y en ese mismo momento, Zacarías recuperó el habla y comenzó a alabar a Dios...
Para los judíos no estar circuncidado era algo vergonzoso (Jos 5, 9) porque para los judíos tenía un carácter religioso de pertenencia a una estirpe. A la sangre que se derramaba en el acto de la circuncisión la llamaban “sangre de la alianza”. Cristo derramó su sangre en la Cruz para que todos perteneciéramos al nuevo pueblo de Dios.
Juan significa “el fiel a Dios”, pero toda persona está llamada a ser “fiel a Dios” su Creador, fiel a Cristo nuestro Salvador, fiel al Espíritu Santo que nos guía por medio de la Iglesia.
Hay que amar para creer. A las puertas del nacimiento del Niño Dios podríamos hacer estos propósitos:
1. Sorprender a la familia y amigos con gestos afectuosos.
2. No usar el móvil cuando esté con mis seres más queridos.
3. Diré cinco síes por cada no que diga.
4. Seré generoso en todo.
5. Abriré mi corazón a Dios.
Si lo prefiere puede descargar, para imprimir o editar, el Folleto Adviento 2017
Otros blog del autor: www.sendasparaelcorazon.org
Cuando llegó el tiempo en que Isabel debía ser madre, dio a luz un hijo.
Al enterarse sus vecinos y parientes de la gran misericordia con que Dios la había tratado, se alegraban con ella.
A los ocho días, se reunieron para circuncidar al niño, y querían llamarlo Zacarías, como su padre; pero la madre dijo: «No, debe llamarse Juan».
Ellos le decían: «No hay nadie en tu familia que lleve ese nombre».
Entonces preguntaron por señas al padre qué nombre quería que le pusieran. Este pidió una pizarra y escribió: «Su nombre es Juan». Todos quedaron admirados. Y en ese mismo momento, Zacarías recuperó el habla y comenzó a alabar a Dios...
Para los judíos no estar circuncidado era algo vergonzoso (Jos 5, 9) porque para los judíos tenía un carácter religioso de pertenencia a una estirpe. A la sangre que se derramaba en el acto de la circuncisión la llamaban “sangre de la alianza”. Cristo derramó su sangre en la Cruz para que todos perteneciéramos al nuevo pueblo de Dios.
Juan significa “el fiel a Dios”, pero toda persona está llamada a ser “fiel a Dios” su Creador, fiel a Cristo nuestro Salvador, fiel al Espíritu Santo que nos guía por medio de la Iglesia.
Hay que amar para creer. A las puertas del nacimiento del Niño Dios podríamos hacer estos propósitos:
1. Sorprender a la familia y amigos con gestos afectuosos.
2. No usar el móvil cuando esté con mis seres más queridos.
3. Diré cinco síes por cada no que diga.
4. Seré generoso en todo.
5. Abriré mi corazón a Dios.
Julián Escobar.
Si lo prefiere puede descargar, para imprimir o editar, el Folleto Adviento 2017
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