18 de Febrero de 2018. 1 Domingo Cuaresma. Dedicado Mc 1, 12-15
A continuación, el Espíritu le empuja al desierto, y permaneció en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás. Estaba entre los animales del campo y los ángeles le servían.
“¡Entre animales salvajes!”
En el desierto, le pasan dos cosas a Jesús: Es tentado por Satanás y vive entre animales salvajes. Pero también señala san Marcos que el “desierto” era el hogar donde nada le separaba a Jesús de Dios. Jesús buscaba la tranquilidad y el sosiego en el desierto.
Estamos necesitados de momentos de silencio, retirarnos a los lugares silenciosos de nuestro corazón y afrontar batallas. Si contamos con Cristo los animales salvajes no podrán con nosotros por feroces que sean.
Cuando se pueda decir en todos los países del mundo:
- ¿Haces oración diaria?
La Cuaresma se inicia con una invitación: “Arrepiéntete y cree en el Evangelio”. Es una invitación amable y afectuosa de nuestra Madre la Iglesia que quiere que todos sus hijos gusten y disfruten de la salvación que Jesús nos ofrece.
Todos pasamos por momentos malos, en los que abandonamos el buen camino y nos adentramos en actitudes y hechos turbulentos. ¡Nos alejamos de Dios, de la Iglesia y de pensamientos y obras buenas!
La Cuaresma es una invitación a que recordemos nuestros momentos buenos en los que hicimos el bien, en los que estábamos en paz con Dios, con los demás y con nosotros mismos, y que volvemos a esos caminos del Evangelio. El ser humano puede llegar a ser un Ángel o un demonio. ¿Qué es usted en este momento? Se cuenta que Miguel Ángel encontró un joven en una Iglesia que le sirvió de modelo para pintar a Cristo en su lienzo de la Última Cena. Unos años después, para modelo de Judas el traidor, fue buscando alguien cuya expresión de cara y podridas actitudes reflejaran al traidor. Lo encontró en un mendigo alcoholizado. La sorpresa fue que era el joven que años antes le sirvió como modelo para pintar a Cristo.
¿Necesitas cambiar? ¡No lo dejes para más adelante! ¿Por qué no comienzas ya? No sea usted como esos carteles de bar de carretera que dice: “Hoy no se fía, mañana sí”. Ese mañana nunca llega. Hoy es el día que Cristo se pone frente a usted y le dice: “Acepta mi perdón y sigue los senderos del Evangelio”.
“¡Entre animales salvajes!”
En el desierto, le pasan dos cosas a Jesús: Es tentado por Satanás y vive entre animales salvajes. Pero también señala san Marcos que el “desierto” era el hogar donde nada le separaba a Jesús de Dios. Jesús buscaba la tranquilidad y el sosiego en el desierto.
Estamos necesitados de momentos de silencio, retirarnos a los lugares silenciosos de nuestro corazón y afrontar batallas. Si contamos con Cristo los animales salvajes no podrán con nosotros por feroces que sean.
Cuando se pueda decir en todos los países del mundo:
“Nuestros pobres viven felices;
entre ellos no hay ignorancia ni necesidad;
las cárceles están vacías de reclusos
y en nuestras calles no hay mendigos;
los ancianos no sufren penurias;
los impuestos no son insoportables…”
Cuando podamos decir todas estas cosas, entonces podremos estar orgullosos… de nosotros mismos porque habremos ayudado a Dios a devolver al mundo algo del Paraíso que Él creó.
- ¿Tienes miedo al silencio?- ¿Haces oración diaria?
La Cuaresma se inicia con una invitación: “Arrepiéntete y cree en el Evangelio”. Es una invitación amable y afectuosa de nuestra Madre la Iglesia que quiere que todos sus hijos gusten y disfruten de la salvación que Jesús nos ofrece.
Todos pasamos por momentos malos, en los que abandonamos el buen camino y nos adentramos en actitudes y hechos turbulentos. ¡Nos alejamos de Dios, de la Iglesia y de pensamientos y obras buenas!
La Cuaresma es una invitación a que recordemos nuestros momentos buenos en los que hicimos el bien, en los que estábamos en paz con Dios, con los demás y con nosotros mismos, y que volvemos a esos caminos del Evangelio. El ser humano puede llegar a ser un Ángel o un demonio. ¿Qué es usted en este momento? Se cuenta que Miguel Ángel encontró un joven en una Iglesia que le sirvió de modelo para pintar a Cristo en su lienzo de la Última Cena. Unos años después, para modelo de Judas el traidor, fue buscando alguien cuya expresión de cara y podridas actitudes reflejaran al traidor. Lo encontró en un mendigo alcoholizado. La sorpresa fue que era el joven que años antes le sirvió como modelo para pintar a Cristo.
¿Necesitas cambiar? ¡No lo dejes para más adelante! ¿Por qué no comienzas ya? No sea usted como esos carteles de bar de carretera que dice: “Hoy no se fía, mañana sí”. Ese mañana nunca llega. Hoy es el día que Cristo se pone frente a usted y le dice: “Acepta mi perdón y sigue los senderos del Evangelio”.
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