21 de Febrero de 2018. Miércoles. ¡Carne para el perro! Lc 11, 29-32
Habiéndose reunido la gente, comenzó a decir: «Esta generación es una generación malvada; pide una señal, y no se le dará otra señal que la señal de Jonás. Porque, así como Jonás fue señal para los ninivitas, así lo será el Hijo del hombre para esta generación. La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con los hombres de esta generación y los condenará: porque ella vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón. Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás.
Un católico un viernes de cuaresma pasó a un restaurante, y pidió comida de vigilia. El camarero le dijo que no podía complacerle porque como nadie la pedía no la preparaba. Entonces le pidió que le trajera un café con leche. Los demás comensales comenzaron a burlarse del buen católico en voz alta. Entonces exclamó: “Camarero! Tráigame un buen chuletón”. Todos comenzaron a sonreír creyendo que había quebrantado las convicciones de aquel hombre. El camarero le trajo el gran chuletón y el señor se lo dio a su perro que estaba a sus pies: “Mi perro no tiene conciencia, se mueve por instintos”. Todos los que había en el restaurante refunfuñaron, pero no volvieron a hacer burlas.
- ¿Come usted carne los viernes de Cuaresma por miedo a lo que piensen sus compañeros?
- ¿Le da vergüenza pedir comida de vigilia por las bromas que le pueden hacer?
Muchos dicen: “¿Qué más da comer o no carne?”. Bien, si da lo mismo, no la coma los viernes de Cuaresma. ¿Por qué busca excusas para comerla y no para no hacerlo?
Un católico un viernes de cuaresma pasó a un restaurante, y pidió comida de vigilia. El camarero le dijo que no podía complacerle porque como nadie la pedía no la preparaba. Entonces le pidió que le trajera un café con leche. Los demás comensales comenzaron a burlarse del buen católico en voz alta. Entonces exclamó: “Camarero! Tráigame un buen chuletón”. Todos comenzaron a sonreír creyendo que había quebrantado las convicciones de aquel hombre. El camarero le trajo el gran chuletón y el señor se lo dio a su perro que estaba a sus pies: “Mi perro no tiene conciencia, se mueve por instintos”. Todos los que había en el restaurante refunfuñaron, pero no volvieron a hacer burlas.
- ¿Come usted carne los viernes de Cuaresma por miedo a lo que piensen sus compañeros?
- ¿Le da vergüenza pedir comida de vigilia por las bromas que le pueden hacer?
Muchos dicen: “¿Qué más da comer o no carne?”. Bien, si da lo mismo, no la coma los viernes de Cuaresma. ¿Por qué busca excusas para comerla y no para no hacerlo?
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