¿A quién reflejas?
Palabra de Dios
Jn 3, 5ª-15: Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre.
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Cuentan que Dios al crearnos, nos regaló la vida, llena de
cristales.
Unos hombres la convirtieron en bellos y limpios cristales,
para poder ver todo como sacramento de Dios; así, todas las cosas eran como
reflejo limpio y radiante del Espíritu de Dios. Por eso, el Espíritu de Dios se
multiplicó en la tierra.
Pero otros hombres la convirtieron en espejo. Y, claro es,
Dios desapareció. El hombre empezó a verse a sí mismo y sólo él. Incluso buscó mejorarla,
con marco y todo, para creerse Dios. Más aún, agrandó los espejos, creyendo
agrandarse él mismo. Y, como consecuencia, desaparecieron también el resto de
los hombres, todos sus hermanos, y el hombre se quedó sólo” …
¿Eres espejo de Dios o sólo de ti mismo?
¿Te
adornas con cualidades que no tienes?
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