Dios está en el hermano que te necesita
Palabra de Dios
Lucas 1, 26-38. El
ángel le dijo:
-«No temas, María, porque
has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre
y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús.
Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David,
su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre,
y su reino no tendrá
fin.»
***
Demetrio, un día recibió una orden tajante: debería
encontrarse con Dios al otro lado de la montaña en que vivía, antes de que se
pusiera el sol. El monje se puso en marcha, montaña arriba, precipitadamente.
Pero a mitad del camino se encontró a un herido que pedía socorro. Y el monje,
casi sin detenerse, le explicó que no podía parase, que Dios le esperaba al
otro lado de la cima antes de que atardeciese. Le prometió que volvería en
cuanto atendiese a Dios. Y continuó su precipitada marcha. Horas más tarde,
cuando aún el sol brillaba en lo más alto. Demetrio llegó a la cima de la
montaña y desde allí sus ojos se pusieron a buscar a Dios. Pero Dios no estaba.
Dios se había ido a ayudar al herido que horas antes se cruzó por el camino.
Hay, incluso, quien dice que Dios era el mismo herido que le pidió ayuda.
Dios es el
primero que no quiere ser excusa para que no hagas todo lo que tienes que
hacer, sea a quien sea.
¿Ves a Dios en los que te necesitan?
¿Haces lo que Cristo
haría en cada momento?
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