6º Domingo de Pascua
Jesús, tus manos son de amigo.
Tus manos están abiertas, crucificadas.
Tus manos entregan la vida en el pan partido.
Tus manos levantan la vida caída.
El amor hay que cuidarlo
Eran dos jóvenes que vivían de espaldas uno del otro. En medio de ellos nació una flor. Una flor hermosa, única. Contemplando la flor nació el amor. Mirándose el uno al otro, se olvidaron de contemplar la flor. Y la flor murió. Al cabo de un tiempo, cansado el uno del otro, se preguntaron por qué y cómo se habían encontrado. Cuando observaron la flor muerta, murió igualmente su amor.
Tus manos están abiertas, crucificadas.
Tus manos entregan la vida en el pan partido.
Tus manos levantan la vida caída.
El amor hay que cuidarlo
Eran dos jóvenes que vivían de espaldas uno del otro. En medio de ellos nació una flor. Una flor hermosa, única. Contemplando la flor nació el amor. Mirándose el uno al otro, se olvidaron de contemplar la flor. Y la flor murió. Al cabo de un tiempo, cansado el uno del otro, se preguntaron por qué y cómo se habían encontrado. Cuando observaron la flor muerta, murió igualmente su amor.
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