Gerardo Mayela
Palabra de Dios
Jn 17,11b-19.
No ruego que los retires del mundo, sino
que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Conságralos en la verdad;
tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así los envío yo también al mundo.
***
Se encontró
Gerardo Mayela con un joven por el camino. Le preguntó el mozo si iba a buscar
algún tesoro.
—Efectivamente
— le contestó Gerardo —, no busco otra cosa. ¿Me acompañas?
El joven se guaseó
un poco y, contándole con altanería lo que había hecho en su vida, le reveló
que hacía ya seis años que no se había confesado.
Llegaron a
un bosque. Gerardo extendió su manto y llamó a su eventual compañero. Este se
acercó vacilante y receloso.
—Yo confiaba
— le dijo Gerardo — en que encontraríamos un tesoro... pero no pensaba en
tesoros de la tierra. Mira.
Y le enseñó
una cruz. Y empezó a hablarle del amor de Dios, de la misericordia infinita,
del alma, del esplendor de la gracia... Y el joven se sintió conmovido, se
convirtió y fue con Gerardo al convento para vivir entregado a la penitencia.
¿Evangelizas con tus palabras y obras?
¿Sientes vergüenza de
hablar de Cristo?
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