1 de julio de 2018. ¡Tocar el manto!

Un creyente al pasar ante una cruz o una iglesia se santigua o se quita la gorra. Un apersona pasa a una iglesia y toca una imagen y reza un Padrenuestro… ¿son supersticiosos? Sus pequeños gestos, ¿son o no muestras de amor y confianza en lo santo que representan los templos o imágenes? ¿Lo verá Dios con agrado o con desagrado?
La mujer hemorroísa “tocó el manto” en la firma creencia de que con sólo ese gesto quedaría curada. ¿Un manto puede curar? ¡Pues por ese gesto le vino la salud! Muchos creyentes cuando toman la Biblia para leer algún pasaje, la besan, ¿están siendo supersticiosos o idólatras por besar un libro, hojas de papel impresas en una imprenta?
El agua que corre por la acequia es la que me limpia y calma mi sed, pero beso la acequia porque ella me acerca el agua. ¡Toca la Biblia, ábrela, lee lo que en ella hay escrito, besa sus páginas, confía en lo que te dicen… y Dios actuará en ti! Sólo a Dios adoramos, pero si veneramos todo lo creado por Dios, todo lo que representa el bien, el amor, la generosidad.


Lo que no se escribe
se pierde
Lo que no se publica
se muere
Lo que no se cuenta
se olvida
Lo que no se comparte
se ahoga
Lo que no se anuncia,
o no sirve o carece de importancia

El primero es pedir disculpas,
es el más valiente.
El primero en perdonar,
es el más fuerte
El primero en olvidar
es el más feliz (Papa Francisco)

Julián Escobar.

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