20 de Agosto de 2018. Lunes ¡La Iglesia y la riqueza!
Un rey visitaba una ciudad de su reino, le sirvieron un vino exquisito: “Magnífica bebida” – exclamó-, “es el vino más exquisito que he probado hasta ahora”. El amo del vino le dijo: “Tengo otro mejor, con un sabor más delicado, pero está reservado”. El Rey, algo enojado dijo: “Tan poco respeto y amor me tenéis como vuestro Rey que no me ofreces ese vino excepcional”. El bodeguero aclaró: “Ese vino es sólo para celebrar Misa, vino que se convertirá en la Sangre de Cristo. ¡Para Él todo lo mejor!”.
Muchos critican las riquezas de la Iglesia en cálices, sagrarios, ornamentos y decoración, pero les parece normal tener ellos pisos superlujosos, coches de gama alta o vacaciones super, “mientras hay gente, familiares probablemente, necesitados”, como ellos achacan a la Iglesia.
- ¿Criticas esas supuestas “riquezas de la Iglesia”?
- ¿De qué te privas tú para dárselo a los demás?
Muchos critican las riquezas de la Iglesia en cálices, sagrarios, ornamentos y decoración, pero les parece normal tener ellos pisos superlujosos, coches de gama alta o vacaciones super, “mientras hay gente, familiares probablemente, necesitados”, como ellos achacan a la Iglesia.
- ¿Criticas esas supuestas “riquezas de la Iglesia”?
- ¿De qué te privas tú para dárselo a los demás?
Julián Escobar.
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