13 de diciembre de 2018
“… no ha nacido ninguno mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el Reino de los Cielos es mayor que él…”. Mt 11, 11-15
La grandeza perdida nos la trajo Jesucristo.
Cuando Adán fue expulsado del paraíso, le preguntó a un ángel:
¿Qué debo traerle a Dios cuando vuelva a Él?
Tienes que traerle el rostro que tenías antes del pecado, - le respondió el ángel.
¿Cómo puedo conseguir el rostro perdido?, - preguntó Adán.
Con humildad y la gracia divina, que Dios otorga a los que de corazón se arrepienten. Estos son los que más se parecen a Dios.
La grandeza perdida nos la trajo Jesucristo.
Cuando Adán fue expulsado del paraíso, le preguntó a un ángel:
¿Qué debo traerle a Dios cuando vuelva a Él?
Tienes que traerle el rostro que tenías antes del pecado, - le respondió el ángel.
¿Cómo puedo conseguir el rostro perdido?, - preguntó Adán.
Con humildad y la gracia divina, que Dios otorga a los que de corazón se arrepienten. Estos son los que más se parecen a Dios.
- ¿Vives de cara o de espaldas a Dios?
- ¿Te sientes grande por lo mucho que te ama Dios?
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