14 de enero de 2019. Lunes Mc 1, 14-20
Jesús llama a sus primeros apóstoles. ¿A dónde va a buscarlos? ¡Donde estén! Donde viven la vida de cada día. Jesús no es un rabino. El rabino no buscaba alumnos, acudían a él. Jesús es quien busca y llama y crea la decisión de seguirlo. ¿Por qué se sigue a Jesús?
- No por una decisión ética autónoma.
- No por una adhesión intelectual a una doctrina.
Se sigue a Jesús por la gracia que Él pone en cada discípulo creando un pensamiento nuevo. Jesús es Dios y a Dios se sigue ciegamente.
Nosotros podemos llenarnos de unas horas de estudio, de diversión, de trabajo; pero Jesús nos llena la vida ofreciéndonos la gracia de ser discípulos suyos.
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