10 de septiembre de 2019
El Monte sobre el cual fue crucificado Jesucristo deriva su nombre de la palabra latina Calva, que significa cráneo. Calvario, pues, quiere decir monte del cráneo, lo que la tradición explica de la siguiente manera, confirmada por las visiones de Catalina Emmerich. Antes del diluvio, Noé condujo al arca los huesos de Adán, que entregó después a su hijo Sem, el cual sepultó el esqueleto del primer hombre en el monte Calvario, cerca de Jerusalén. En la muerte de Cristo, su cruz fue plantada precisamente en el lugar en que se hallaba el cráneo de Adán, dentro del cual se deslizaron algunas gotas de la sangre de Cristo durante el terremoto que sobrevino a la muerte del Salvador en que se resquebrajó la cima del monte. Por esta razón fue edificada más tarde bajo la cruz la capilla de Adán y se suele representar una calavera al pie de la cruz del Salvador.
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