16 de septiembre de 2019
Un sacerdote francés predicaba en una iglesia de Lyon sobre las pruebas de la existencia de Dios y sobre la Iglesia. Terminó diciendo: “Desde vuestra ciudad se ve el Montblanc, ¿piensan ustedes que un día las ratas se lo comerán?”. Me imagino que él llamaba ratas a los que se declaran abiertamente enemigos de Dios y de la Iglesia y con deseos de barrerla de la tierra. ¡A nadie hay que llamar “ratas”, el lenguaje de los cristianos debe ser el mismo que el de Cristo! ¿Es usted cuidadoso en su lenguaje?
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