12 de octubre de 2019
«Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron.» Pero él repuso: «Mejor, dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen» (Lucas 11,27-28).
La Virgen María, modelo perfecto de bienaventurada porque pone en práctica lo que el Señor le pide.
Jesús exalta la grandeza de la fe. Jesús no opone "contemplación" y "acción"; la verdadera bienaventuranza comporta los dos aspectos, inseparables el uno del otro: contemplar, escuchar, orar... - actuar, poner en práctica la Palabra, comprometerse. "dichosa por haber creído" (Lc 1,45), le dirá Isabel, y por haber "guardando en su corazón" los acontecimientos concernientes a Jesús (Lc 2,19)
"Dichosos los que..." Cincuenta veces sale esta expresión en el conjunto del Nuevo Testamento... veinticinco veces de los labios mismos de Jesús en el evangelio. Se ve que Le gusta, Jesús: Dichosos los pobres, los mansos, los afligidos, los puros, los que construyen la paz, los perseguidos por la justicia... Dichoso, ese servidor que su amo, a su regreso, encontrará vigilante... Dichosos los que escuchan la palabra de Dios... Dichosa la que ha creído -María- el cumplimiento de las palabras que le fueron dichas... Dichoso aquel para el cual Jesús no es ocasión de escándalo. Dichosos los ojos que ven lo que vosotros véis... Dichoso tú, si aquel a quien has prestado dinero no puede devolvértelo... Dichoso aquel que cenará en el Reino de Dios... Dichosos vosotros cuyos nombres están inscritos en el cielo... Dichosos sois vosotros si sabéis ser servidores los unos de los otros, hasta lavaros los pies... Dichosos los que creerán sin haber visto.
¿Por qué eres tú dichos@?
La Virgen María, modelo perfecto de bienaventurada porque pone en práctica lo que el Señor le pide.
Jesús exalta la grandeza de la fe. Jesús no opone "contemplación" y "acción"; la verdadera bienaventuranza comporta los dos aspectos, inseparables el uno del otro: contemplar, escuchar, orar... - actuar, poner en práctica la Palabra, comprometerse. "dichosa por haber creído" (Lc 1,45), le dirá Isabel, y por haber "guardando en su corazón" los acontecimientos concernientes a Jesús (Lc 2,19)
"Dichosos los que..." Cincuenta veces sale esta expresión en el conjunto del Nuevo Testamento... veinticinco veces de los labios mismos de Jesús en el evangelio. Se ve que Le gusta, Jesús: Dichosos los pobres, los mansos, los afligidos, los puros, los que construyen la paz, los perseguidos por la justicia... Dichoso, ese servidor que su amo, a su regreso, encontrará vigilante... Dichosos los que escuchan la palabra de Dios... Dichosa la que ha creído -María- el cumplimiento de las palabras que le fueron dichas... Dichoso aquel para el cual Jesús no es ocasión de escándalo. Dichosos los ojos que ven lo que vosotros véis... Dichoso tú, si aquel a quien has prestado dinero no puede devolvértelo... Dichoso aquel que cenará en el Reino de Dios... Dichosos vosotros cuyos nombres están inscritos en el cielo... Dichosos sois vosotros si sabéis ser servidores los unos de los otros, hasta lavaros los pies... Dichosos los que creerán sin haber visto.
¿Por qué eres tú dichos@?
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