6 de noviembre de 2019
«Lo mismo vosotros: el que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío»” (Lucas 14,25-33).
Jesús recuerda el mandamiento: “Honrarás a tu padre y a tu madre”; y al decir que hay que seguirlo por encima de todo y de todos no está pidiendo descuidar de los padres. Él mismo cuido de su Madre, la Virgen María los pies de la Cruz. ¡Hay que tener en cuenta la prioridad en la jerarquía de amores!.
Episodios de conversión.
El judío Teodoro Ratisbona. Convertido a la fe cristiana, se bautiza a los 24 años, el 14 de abril de 1827. Será objeto de grave distanciamiento y de ácidos reproches por parte de su hermano menor Alfonso. Este, inesperadamente, se convertirá el 20 de enero de 1842. A partir de esa fecha se vuelve estrecho colaborador de Teodoro y lo estimula a fundar la Congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de Sión.
Otro francés, André Frossard, había respirado ateísmo en su familia. Él mismo dice: “Éramos ateos perfectos, de esos que ni se preguntan por su ateísmo”. A los 20 años vivió una repentina e imprevista conversión. Sus padres, alarmados, lo llevan a un médico amigo. Este dictamina una crisis de misticismo, enfermedad extraña que –dice– desaparecerá a los dos años sin dejar lesiones ni huellas. Había que tener paciencia. Lo cierto es que más tarde se harán católicas su hermana menor y hasta su madre.
Más grave es la situación de aquellos que, al convertirse a Cristo y adherirse a la Iglesia, se juegan la vida: tienen que ocultarse de su familia porque la propia familia los asesinaría y pensaría que con este parricidio da gloria a Dios. También hoy, ante casos como este, estamos llamados a vivir la comunión de los santos.
¿Miras a los santos y mártires como modelos a imitar?
¿Amas a tus padres con amor de Dios?
Jesús recuerda el mandamiento: “Honrarás a tu padre y a tu madre”; y al decir que hay que seguirlo por encima de todo y de todos no está pidiendo descuidar de los padres. Él mismo cuido de su Madre, la Virgen María los pies de la Cruz. ¡Hay que tener en cuenta la prioridad en la jerarquía de amores!.
Episodios de conversión.
El judío Teodoro Ratisbona. Convertido a la fe cristiana, se bautiza a los 24 años, el 14 de abril de 1827. Será objeto de grave distanciamiento y de ácidos reproches por parte de su hermano menor Alfonso. Este, inesperadamente, se convertirá el 20 de enero de 1842. A partir de esa fecha se vuelve estrecho colaborador de Teodoro y lo estimula a fundar la Congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de Sión.
Otro francés, André Frossard, había respirado ateísmo en su familia. Él mismo dice: “Éramos ateos perfectos, de esos que ni se preguntan por su ateísmo”. A los 20 años vivió una repentina e imprevista conversión. Sus padres, alarmados, lo llevan a un médico amigo. Este dictamina una crisis de misticismo, enfermedad extraña que –dice– desaparecerá a los dos años sin dejar lesiones ni huellas. Había que tener paciencia. Lo cierto es que más tarde se harán católicas su hermana menor y hasta su madre.
Más grave es la situación de aquellos que, al convertirse a Cristo y adherirse a la Iglesia, se juegan la vida: tienen que ocultarse de su familia porque la propia familia los asesinaría y pensaría que con este parricidio da gloria a Dios. También hoy, ante casos como este, estamos llamados a vivir la comunión de los santos.
¿Miras a los santos y mártires como modelos a imitar?
¿Amas a tus padres con amor de Dios?
Julián Escobar.
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