11 de enero de 2020
La petición del leproso es una verdadera oración, postrado, lo llama Señor, y la respuesta, produce el milagro: “Quiero, queda limpio” (v.13). A la limpieza externa de la lepra, sucede la sanación interior, queda sano, para presentarse al sacerdote y reintegrarse al pueblo, a su familia y a la sinagoga. Las palabras de Jesús lo traspasan, lo rescatan de la muerte, vuelve a la vida, puro, ante Dios y los hombres. Jesús sana a los enfermos que le traen y ora al Padre en solitario. Oración y servicio al necesitado, todo un programa de evangelización para nosotros hoy. La Santa Madre Teresa de Jesús, pide pureza de intención a la hora de emprender el camino del servicio de Dios. “No es otro mi deseo sino que…nos esforcemos a servir a un Seor, que así paga aun acá en la tierra” (V M 4,7).
Julián Escobar.
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