16 de enero de 2020
Era, y sigue siendo, la luz en medio de la oscuridad.
Hay que añadir que este ex leproso se convierte en predicador, pregonero de lo que Jesús hizo en él.
En la Iglesia hay miles de personas que apuestan por los marginados de hoy: hambrientos, refugiados, ancianos, encarcelados, enfermos etc. Éstos han comprendido que el amor no margina a nadie, como Jesús, ellos hacen presente el Espíritu sanador y el amor del Padre por cada uno de sus hijos necesitados. Hay que asumir la falta de salud, como signo de madurez y humildad, pero no detenerse sólo en ello, sino que seguir adelante. Santa Teresa aprendió al ritmo de alegría y sinsabores todo esto en medio de grandes trabajos. “Si no nos determinamos a tragar de una vez la muerte y la falta de salud, nunca haremos nada” (CV 10, 8).
Hay que añadir que este ex leproso se convierte en predicador, pregonero de lo que Jesús hizo en él.
En la Iglesia hay miles de personas que apuestan por los marginados de hoy: hambrientos, refugiados, ancianos, encarcelados, enfermos etc. Éstos han comprendido que el amor no margina a nadie, como Jesús, ellos hacen presente el Espíritu sanador y el amor del Padre por cada uno de sus hijos necesitados. Hay que asumir la falta de salud, como signo de madurez y humildad, pero no detenerse sólo en ello, sino que seguir adelante. Santa Teresa aprendió al ritmo de alegría y sinsabores todo esto en medio de grandes trabajos. “Si no nos determinamos a tragar de una vez la muerte y la falta de salud, nunca haremos nada” (CV 10, 8).
Julián Escobar.
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