7 de enero de 2020
Es en la Eucaristía, donde todo se funde: fe, obras y caridad, convertidas en pan para compartir, Cuerpo de Cristo que alimenta, y vino para celebrar, Sangre preciosa de Cristo que purifica y reconforta, para servir al Reino de Dios. Fe y amor don divino y responsabilidad nuestra que conforma la vida del cristiano y la comunidad eclesial. Santa Teresa de Jesús enseña: “Los que sirven a Dios y le quieren servir ¿por qué han de dejar la oración…? Cierto les he lástima, que a su costa sirven a Dios” (V 8,8). Estas palabras son una exhortación a no dejar la oración para luego emprender la tarea evangelizadora. La oración es el alma de todo apostolado.
Julián Escobar.
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