28 de marzo de 2020
Evangelio (Jn 7,40-53):
Jamás un hombre ha hablado como habla ese hombre.
Jesucristo es ese “signo de contradicción” que Simeón había anunciado a María (cf. Lc 2,34). Jesús no dejaba indiferentes a quienes le escuchaban: «se originó una disensión entre la gente por causa de Él» (Jn 7,43). «Jamás un hombre ha hablado como habla este hombre» (Jn 7,46). Es como decir: sus palabras son diferentes; no son palabras huecas, llenas de soberbia y falsedad. Sus obras provocaban muchas veces el asombro, la admiración; y, también, la crítica, la murmuración, el odio... Jesucristo hablaba el “lenguaje de la caridad”: sus obras y sus palabras manifestaban el profundo amor que sentía hacía todos los hombres, especialmente hacia los más necesitados.
Si tienes tendencias a ser avaro, procura ser lo más generoso posible, como lo hizo un campesino. Antes de su conversión era muy miserable. Poco después de que aceptó a Cristo, se le presentó un pobre que había perdido todas sus posesiones en un incendio. El campesino resolvió darle algunos comestibles, y pensó que entre ellos le daría un jamón. Cuando iba a buscarlo, el Diablo le susurró al oído: "Dale el más chico que tengas." Luego de una lucha, el hombre sacó el jamón más grande que pudo encontrar. Entonces el Diablo le dijo: "¡Eres un tonto!". El campesino le dijo: "Mira, Diablo: si no te callas, le voy a dar a este hombre todos los jamones que tengo en la despensa." D. L. Moody
Piensa que Dios te ha hecho bueno,
pero si lo abandonas terminarás siendo malo.
Jamás un hombre ha hablado como habla ese hombre.
Jesucristo es ese “signo de contradicción” que Simeón había anunciado a María (cf. Lc 2,34). Jesús no dejaba indiferentes a quienes le escuchaban: «se originó una disensión entre la gente por causa de Él» (Jn 7,43). «Jamás un hombre ha hablado como habla este hombre» (Jn 7,46). Es como decir: sus palabras son diferentes; no son palabras huecas, llenas de soberbia y falsedad. Sus obras provocaban muchas veces el asombro, la admiración; y, también, la crítica, la murmuración, el odio... Jesucristo hablaba el “lenguaje de la caridad”: sus obras y sus palabras manifestaban el profundo amor que sentía hacía todos los hombres, especialmente hacia los más necesitados.
Si tienes tendencias a ser avaro, procura ser lo más generoso posible, como lo hizo un campesino. Antes de su conversión era muy miserable. Poco después de que aceptó a Cristo, se le presentó un pobre que había perdido todas sus posesiones en un incendio. El campesino resolvió darle algunos comestibles, y pensó que entre ellos le daría un jamón. Cuando iba a buscarlo, el Diablo le susurró al oído: "Dale el más chico que tengas." Luego de una lucha, el hombre sacó el jamón más grande que pudo encontrar. Entonces el Diablo le dijo: "¡Eres un tonto!". El campesino le dijo: "Mira, Diablo: si no te callas, le voy a dar a este hombre todos los jamones que tengo en la despensa." D. L. Moody
Piensa que Dios te ha hecho bueno,
pero si lo abandonas terminarás siendo malo.
Julián Escobar.
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