10 de diciembre de 2020
No habites esta tierra como un mero inquilino, o como el que por una temporada se va a vivir al campo.
Vive en el mundo como si fuera la casa de tu padre.
Confía en las semillas, en la tierra, en el mar; pero, ante todo, confía en el hombre.
Ama a la nube, a la máquina, al libro; pero, ante todo, ama al hombre.
Duélete con la rama que se seca, con el planeta que se apaga, con el animal herido; pero, ante todo, combate las penas del hombre.
Que todos los bienes terrenos te colmen de alegría, que la sombra y la claridad te colmen de alegría, que las cuatro estaciones te colmen de alegría, pero que sea el hombre el que, ante todo, te colme de alegría.
- ¿Eres sembrador de esperanza?
- ¿Eres sembrador de sonrisas?
Julián Escobar.
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