10 de junio de 2021
Yo, Dios, te pregunto
¿Cuánto tiempo “perdemos” odiando y recordando ofensas y alimentando rencores? Hay infinitos motivos para estar alegres, pero no nos alegramos. Nos sentimos como golondrinas atrapadas en un feroz tornado cuando es nuestra falta de confianza en Dios la que nos carga de pesadillas tristes.
¿Cree usted que es bueno porque ni fuma, ni bebe y rechaza dudosas compañías? ¡No! Se es bueno cuando le permitimos a Dios que esté presente en nuestra vida.
Dios no nos condena a penalidades, ni a instintos subversivos, sino a la alegría de ser causa de alegría para todos los que nos rodean.
- ¿Es usted término de odio y rencor?
- ¿Se recrea en la alegría o en la tristeza?
Julián Escobar.
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