13 de noviembre de 2021
¡Tengo hogar, pero no casa!
Hoy hay muchas casas, muchos pisos, muchos chalets, pero pocos hogares. Aunque unos vivan en mansiones sino se aman no tienen hogar. El hogar lo hace el amor, la comunicación, la alegría, el compartir, no las paredes de ladrillo o el mármol. Las personas que tienen el corazón de carne, tienen hogar, las personas que tienen el corazón de piedra tienen sólo casa o mansión.
“Os daré un corazón nuevo
y pondré en vosotros un espíritu nuevo;
os arrancaré ese corazón de piedra
y os daré un corazón de carne”. (Ezequiel 36, 26)
Si nos alejamos de Dios, el corazón de carne se convierte en uno de piedra, insensible y violento.
- ¿Tú tienes hogar o sólo casa?
- ¿Sientes frialdad al alejarte de Dios?
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