17 de septiembre de 2022
El labrador que no sabía el Credo
Lope de Vega tiene este breve cuento.
Un labrador se presenta ante el sacerdote en una Cuaresma para recibir la absolución de sus pecados. El sacerdote se la niega hasta que no se aprenda el Credo. El labrador mantiene en secreto que no sabe leer. ¿Qué podía hacer? Dos casas más arriba de la suya hay una escuela, así que mañana y tarde se sentaba en la puerta y con una moneda en la mano decía:
- Niños, esta moneda será para el que mejor me rece el Credo.
Así, el labrador, de tanto oírlo, se aprendió al Credo.
Ya dijo Cristo: “Sed astutos como serpientes y sencillos como palomas”. Y así fue este labrador, y es que lo importante es querer y amar, y este labrador quería la absolución y amaba la religión.
- ¿Qué le parece el proceder de este labrador?
- ¿Se sabe usted el Credo?
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