4 de octubre de 2022
Educar y educarnos
- ¿Qué tal Manuel? ¿Le veo un poco mustio, con cara de otoño?
- jajaja ¡nada de eso! Bueno, quizás me mira usted con ojos de ateo y por eso me ve en blanco y negro, vamos sin cielo y estrellas en mi corazón.
- ¡Vaya, qué poético!
- Es que estoy contento. Nos vamos, mi Isabel y este servidor, a hacer un crucero. ¡Una semana, flotando sobre el mar! Ha sido una sorpresa que le he dado a mi Isabel. Teníamos unos ahorrillos, así que me dije: "voy a recompensarla de alguna manera y como alguna vez había dicho algo al respecto, pues... No es que ella necesite pruebas de que estoy loco por ella, pero he recibido y recibo tanto de ella que... Yo era en el amor ciego y sordo, egoísta vamos, y ella me abrió los ojos y los oídos, así que se lo merece todo. ¿No tendrían que hacer todos los esposos lo mismo?.
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