20 de noviembre de 2022
¡Nunca te des por vencido!
Para los que buscan la felicidad, Jesús, es el imán que los atrae y los llena. Pero no confundas “Felicidad” con deseos egoístas como “Si yo tuviese tal esposa/o; tal novio/a; tal coche, tal casa… yo sería feliz”. La felicidad verdadera, la que brota de Jesús, manantial de Felicidad exige un esfuerzo y sacrificio: ¡Tengo que ser causa de felicidad para los demás! Por eso el primer propósito de cada día, de todos los días, debe ser: “¡Señor, yo quiero ser causa de alegría para ti y para los que me rodean!”.
Quizás la mitad de nuestros días no lo consigamos, pero el haberlo intentado ya es mucho, lo peor es dejarlo de intentar. Contamos con Jesucristo, así que ¡nunca te des por vencido/a!
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