22 de diciembre de 2022
Señor:
Hoy es el día de la lotería. Todo el mundo está expectante… ¡Puedo salir agraciado, piensan! ¡¡A mí me gustaría gritarles!! La mayor gracia es ser hijos de Dios. El amor de Dios vale más que miles de millones de euros. En este día, yo quiero que tú seas mi tesoro.
Sacude, sacude las paupérrimas
raíces de mi corazón.
Dame fuerza para llevar con garbo
mis alegrías y mis tristezas.
Dame fuerza para que mis amores,
fructifiquen en servirte a Ti, y a todos.
Dame fuerza para no abandonar al pobre
y para no doblar mi rodilla
ante el injusto, el poderoso
y ante ningún poder insolente.
Dame fuerza para elevar mi mente
por encima de las trivialidades de cada día.
Y dame fuerza para rendir mi fuerza
a tu voluntad, con amor.
Que nunca sea fuerte ante el débil
y débil ante el fuerte y poderoso.
- ¿Valoras la Fe como riqueza inigualable?
- ¿Te creces ante los pobres y te menguas ante los poderosos?
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