28 de julio de 2023
Uno de mis estudiantes tuvo otra solución en un caso semejante. Sin querer dio un empujón a uno de sus compañeros; éste no anduvo corto ni perezoso, y bruscamente le lanzó el pago: «¡Eres el mayor animal del mundo!» ¿Y sabes qué contestó mi estudiante, con serenidad y calma? No dijo más que esto: «Pero, por favor, ¿cómo puedes olvidarte tanto de ti mismo?».
Dicen que los hombres de hoy tienen una manera de pensar terriblemente materialista. Es un hecho triste e innegable. Y, no obstante, hasta estos mismos hombres, que tienen un concepto tan rastrero del mundo, tan apegado al fango de la tierra, ofrecen el tributo de profunda pleitesía a hombres en quienes el espíritu triunfa de la materia.
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