9 de Julio de 2023
Hablando un día sobre la gravedad de las penas del purgatorio, un famoso predicador puso el ejemplo de un piadoso cristiano, cuya enfermedad le hacía sufrir de tal manera, que constantemente rogaba a Dios que le librase de sus sufrimientos. Una noche, el enfermo soñó que se le aparecía un ángel y le decía:
— Vivirás todavía tres años sufriendo como sufres. Pero puedes elegir entre estos tres años de sufrimientos en la tierra y tres días de sufrimiento en el purgatorio.
El enfermo escogió los tres días y, una vez en el purgatorio, se le apareció de nuevo el ángel, para consolarle.
— Me dijiste que sufriría aquí tres días — le dijo el alma, — y estoy seguro de que llevo más de tres años su¬friendo espantosamente.
— No lo creas — respondió el ángel. — Todavía está caliente tu cuerpo en la tierra. Apenas hace unos instantes que estás aquí.
Porque, así como en el cielo las épocas más dilatadas parecen momentos para los santos, en el purgatorio, la gravedad del sufrimiento hace que un instante se parezca a una eternidad.
Mauricio Rufino, Vademécum de ejemplos predicables
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