26 de diciembre de 2023
El rey prudente.
Según cuenta San Barlaam, los habitantes de una ciudad de Grecia tenían la costumbre de elegirse cada año un nuevo rey, y extranjero, desconocedor, de sus usos y costumbres. Casi todos aquellos reyes solían emplear aquel año viviendo disipadamente, pero apenas terminado el año, los ciudadanos les cogían y desterraban en una isla desierta, donde, por falta de comida morían. Aconteció, por fin, que eligieron un rey mucho más prudente que sus antecesores, el cual corrompió con dinero a mucha gente, arrancándoles de esa manera el secreto de lo que acontecía a los otros reyes, una vez pasado su efímero reinado de un año. Al conocer su futuro destino, se dedicó durante el decurso de aquel año a enviar víveres, naves y soldados a aquella isla. Se cumplió el año y le tocó la misma suerte que a sus predecesores. Pero en ella encontró todo lo que de antemano había enviado.
- ¿Qué envía usted al Cielo?
- ¿Vive en la superficialidad?
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