23 de junio de 2024
Daniel O’Connell, el gran defensor de los derechos de Irlanda, fue llamado «papista» en el parlamento británico. Se levantó al punto y contestó al que pretendía insultarle: «¡Infeliz! Creéis hacerme un gran agravio y me tributáis el mejor elogio. Sí; yo, papista, me glorío de ello. Si tuvieseis buen sentido comprenderíais que, en materia de fe, mejor es depender del Papa, que de un rey: de una cruz, mejor que de una corona.»
Yendo peregrino a la ciudad de Roma, cayó enfermo en Génova y allí murió. En su testamento había escrito: «Dejo mi cuerpo a Irlanda, mi corazón a Roma y mi alma al Cielo.» Así mostró su amor al romano pontífice.
- ¿Se ofende usted cuando insultan o desprecian al Papa?
Julián Escobar.
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