24 de abril de 2025 ¡Él te acompaña!
Lc 24, 35-48: se presenta Jesús en medio de ellos y les dice: - «Paz a vosotros.» Llenos de miedo por la sorpresa, creían ver un fantasma. Él les dijo: - «¿Por qué os alarmáis;" ¿por qué surgen dudas en vuestro interior? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona.
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Es hora de romper los esquemas de siempre; de escuchar las palabras del silencio; gustar su presencia callada y sentir al Señor muy adentro.
Una noche soñé que iba andando por la playa con Dios. Y que se proyectaban en el cielo muchas escenas de mi vida. En cada cuadro veía huellas de pisadas en la arena. A veces las de dos personas y otras sólo las de una.
Observé que durante los períodos más difíciles de mi existencia se veían las huellas de una sola persona. Y dije:
- Me prometiste, Señor, que siempre caminarías a mi lado. ¿Por qué cuando más te necesité no estabas conmigo?
El respondió:
Cuando viste las huellas de una sola persona, hijo mío, fue cuando tuve que llevarte en brazos".
¿En qué y cómo descubres las huellas de Dios en tu vida?
¿Te sientes abandonado por Cristo?
Hacen falta más personas:
- que sean y expandan luz.
- que tengan e irradien calor;
- que ofrezcan serenidad;
- que, como fruto de su vida interior, transmitan paz;
- que, fuertes en la fe, infundan coraje;
- que, ancladas en la verdad, proyecten esperanzas;
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