9 de mayo de 2025 No importan los nudos
Jn 6,52-59. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. El Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que me come vivirá por mí.
***
Ante las llagas… Quiero estar y vivir siempre a tu lado, meterme en tus hogueras encendidas, y quemar telarañas tan tupidas, y quedar en ti mismo transformado.
Contaba un viejo rabino; "Cada uno de nosotros está unido a Dios por un hilo. Cuando comente una falta, el hilo se rompe. Pero al arrepentimiento de la falta, Dios hace un nudo en el hilo. Entonces el hilo se acorta. Y el pecador está un poco más cerca de Dios. Así, después del arrepentimiento de cada pecado, de nudo en nudo, nos vamos acercando siempre más a Dios. Resulta entonces que cada pecado hace acortar la cuerda anudada y acerca más rápidamente el corazón a Dios.
¿Eres un hilo roto?
¿Estás cerca o lejos de Dios?
Para imitar a Jesús,
hemos de convencernos
de que seremos cristianos,
si vivimos «para» los demás,
si hacemos que, fundamentalmente,
toda nuestra vida sea un servicio
a nuestros hermanos. Chiara Lubich
Comentarios