27 de julio de 2019
“En todo hombre hay un santo y un criminal”, dijo un orador francés, Lacordaire. El criminal va adquiriendo fuerzas en tu interior por sí mismo, y crece aunque no lo cuides, pero para que el santo se adueñe de ti es menester una labor perseverante, ardua, la autoeducación.
Ciertamente, sin lucha no adelantarás un paso. Quien desea hacer una estatua ha de quitar mucho del tosco bloque de mármol; y quien quiera modelarse a sí mismo y hacer una obra maestra de su persona ha de pulirse continuamente.
Una hermosa estatua no se labra en breve tiempo; pero aún es más difícil dar la última mano al carácter. Adopta tú también el lema de Carlos V: “Plus ultra!” “¡aún más!” ¡Aún más allá!
Le preguntaron a Zeuzis por qué trabajaba con tanta diligencia en sus cuadros. “Porque trabajo para la eternidad”, contestó.
Ciertamente, sin lucha no adelantarás un paso. Quien desea hacer una estatua ha de quitar mucho del tosco bloque de mármol; y quien quiera modelarse a sí mismo y hacer una obra maestra de su persona ha de pulirse continuamente.
Una hermosa estatua no se labra en breve tiempo; pero aún es más difícil dar la última mano al carácter. Adopta tú también el lema de Carlos V: “Plus ultra!” “¡aún más!” ¡Aún más allá!
Le preguntaron a Zeuzis por qué trabajaba con tanta diligencia en sus cuadros. “Porque trabajo para la eternidad”, contestó.
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