1 de junio de 2019 Hallarle en la humanidad.
especialmente en la gente.
Su alegría está en la sonrisa de un bebé.
Su amor por nosotros, en el afecto de un niño.
Su vigor, en la energía de un adolescente.
Su poder, en las fuerzas de un atleta.
Su belleza, en el rostro de una joven.
Su interés, en la devoción de unos padres.
Su sabiduría, en la prudencia de los ancianos.
Cada persona tiene, dentro de sí,
algo de la bondad de Dios.
Es una vergüenza que cerremos los ojos
a la presencia de Dios, para vivir
en la oscuridad y la tristeza,
cuando no tenemos más que abrir
los ojos de la fe para verlo.
Yo estaba junto a él, como artesano, yo estaba disfrutando cada día, jugando todo el tiempo en su presencia, jugando con el orbe de su tierra, disfrutando con los hombres. Proverbios 8, 30-31
Toma, una por una, todas las personas con las que estás en contacto, comenzando por los que más quieres, y fíjate en las cualidades divinas que encuentras en cada una de ellas, Alaba y da gracias a Dios porque se te manifiesta a través de estos hijos suyos.
Julián Escobar.
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