19 de septiembre de 2019
2. Deja de huir de tus problemas. – Afróntalos. No, no será fácil. No hay ni una sola persona en el mundo capaz de encajar a la perfección cada golpe que le da la vida. No estamos programados para solucionar los problemas al instante. Simplemente, no somos así. Es más, estamos hechos para enfadarnos, entristecernos, herir, tropezar y caer. Pues esa es la finalidad de la vida: afrontar los problemas, aprender, adaptarnos y solucionarlos con el paso del tiempo. Eso es lo que, en última instancia, nos convierte en lo que somos.
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