12 de marzo de 2024
Un católico un viernes de cuaresma pasó a un restaurante, y pidió comida de vigilia. El camarero le dijo que no podía complacerle porque como nadie la pedía no la preparaba. Entonces le pidió que le trajera un café con leche. Los demás comensales comenzaron a burlarse del buen católico en voz alta. Entonces exclamó: “Camarero! Tráigame un buen chuletón”. Todos comenzaron a sonreír creyendo que había quebrantado las convicciones de aquel hombre. El camarero le trajo el gran chuletón y el señor se lo dio a su perro que estaba a sus pies: “Mi perro no tiene conciencia, se mueve por instintos”. Todos los que había en el restaurante refunfuñaron, pero no volvieron a hacer burlas.
- ¿Come usted carne los viernes de Cuaresma por miedo a lo que piensen sus compañeros?
- ¿Le da vergüenza pedir comida de vigilia por las bromas que le pueden hacer?
Muchos dicen: “¿Qué más da comer o no carne?”. Bien, si da lo mismo, no la coma los viernes de Cuaresma. ¿Por qué busca excusas para comerla y no para no hacerlo?
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