13 de abril de 2025 Domingo de Ramos. Lucas 23, 1-49

Alguien dijo que hay tres clases de personas:

1. el pedernal. Que para sacar algo de ellos hay que golpearlos y entonces saltan chispas.

2. la esponja. Que, para sacar agua de ellas, tienes que estrujarlas.

3. el panal de miel. Que todo es dulzura, y tanto si hace frío o calor te alimentan.

¡Más explícitamente! Las personas pedernal son mezquinas, harán lo posible por no dar nada. Las personas esponjas son de buena pasta, ceden si las aprietas. Las personas “panal” disfrutan dando. María se puso “aprisa” en camino para ayudar a su parienta Isabel. “Se han quedado sin vino” y empujó a Jesús al milagro. ¡Piensan más en los demás que en uno mismo!

Dios es Amor y Servicio, por eso “hacer la voluntad” de Dios, es amar y servir. ¿En qué grado ama y sirve usted a Dios y a los demás? ¿Tu amor a Cristo es tan grande que deseas estar en su cercanía para seguirle dondequiera que Él esté?

- Tu eres importante para Jesús, ¿Es importante Él para ti?

- Jesús te ofrece la felicidad. ¿Dónde buscas tú la felicidad?

- Jesús nunca te desprecia. ¿En ocasiones desprecias tú a Jesús?

San Agustín pone en boca de Jesús las siguientes palabras dirigidas a los corazones endurecidos:

«Vamos a cuentas, si queréis: tenéis mis profecías en la mano; veis todo lo que he hecho y en qué particulares he cumplido mi palabra. Había prometido morir, resucitar, subir a los cielos y enviaros el Espíritu Santo. Lo he hecho. Había prometido a toscos pescadores hacerlos pescadores de hombres y darles el poder de hacer aceptar al mundo una doctrina tan increíble como la de la cruz. Lo he hecho. Había prometido que los judíos serían desterrados nuevamente y que su patria seria destruida, de manera que andarían dispersos y errantes por el mundo. Lo he hecho. Había prometido atraer a mí todas las naciones de la tierra. Lo he hecho. Había prometido edificar mi Iglesia sobre piedra firme y hacerla durar para, siempre. Ella existe; vosotros lo veis; ha durado a pesar de tres siglos de persecuciones, se mantiene siempre en pie y durará hasta la consumación de los siglos. Lo he predicho y lo haré».

La traición de Judas.

En una parroquia de Francia un sacerdote enseñaba el catecismo a los niños. Les narraba la traición de Judas, y cómo se desesperó y se colgó de un árbol. Inmediatamente uno de los más pequeños se levanta para hablar, y muy sereno exclama: Si hubiera sido yo, me hubiera colgado del cuello de Jesús».

Julián Escobar.


| Lecturas del Día (+Leer). | Evangelio y Meditación (+Leer) |
| Santo del día (+Leer) | Laudes (+Leer) | Vísperas (+Leer) |

Comentarios

Entradas populares de este blog

30 de Octubre de 2018. Martes ¡No somos “superhombres”!

17 de junio de 2024

30 de agosto de 2024