7 de abril de 2025
Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. Entonces los fariseos le dijeron: Tú das testimonio acerca de ti mismo; tu testimonio no es verdadero. Respondió Jesús y les dijo: Aunque yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde he venido y a dónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo, ni a dónde voy. Vosotros juzgáis según la carne; yo no juzgo a nadie. Y si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy yo solo, sino yo y el que me envió, el Padre. Y en vuestra ley está escrito que el testimonio de dos hombres es verdadero. Yo soy el que doy testimonio de mí mismo, y el Padre que me envió da testimonio de mí.
La asamblea revolucionaria francesa, integrada por 745 miembros, acordó acabar con la monarquía en Francia. En la sesión del 17 de Enero de 1793, solicitaron la muerte del Rey Luis XVI. 361 miembros a favor y 360 en contra. El pueblo presente jaleaba amenazador a los que votaban en contra de la muerte del monarca, por lo que muchos votaron a favor por miedo, entre ellos un primo del Rey, el Príncipe Felipe de Orleans, apodado “Felipe Igualdad”. Este príncipe muelle, sin entereza de carácter, fue enviado también a la guillotina por mandato de Robespierre, que igualmente sería guillotinado. ¡Un solo voto segó la vida del Rey Luis XVI! Un insignificante voto, un gesto, una palabra, un simple comentario puede causar un daño irreparable.
- ¿Tienes miedo “al qué dirán de ti”?
- ¿Te pones de parte de la mayoría, aunque sean injustos?
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