1 de abril de 2025
Jn 5-11. 14-16 Al verlo tendido, y sabiendo que hacía tanto tiempo que estaba así, Jesús le preguntó: «¿Quieres curarte?». El respondió: «Señor, no tengo a nadie que me sumerja en la piscina cuando el agua comienza a agitarse; mientras yo voy, otro desciende antes». Jesús le dijo: «Levántate, toma tu camilla y camina». En seguida el hombre se curó, tomó su camilla y empezó a caminar. Santa Perpetua fue acusada de ser cristiana, encerrada en una cárcel y condenada a muerte el año 208 en Cartago. Tenía 22 años, era casada y madre de un niño. Su padre la visitó en la cárcel. Se arrodilló a sus pies, le besó las manos y con lágrimas le suplicaba que renegara de ser cristiana: “Hija, compadécete de tu padre anciano que te llevó en sus brazos cuando eras niña y que te quiere más que nada. Compadécete de tu hijo, ¿qué será de él sin ti?”. Santa Perpetua contestó a su padre: “Padre, no puedo obrar contra la voluntad de Dios”. Cuando era conducido al cadalso, el juez dejó que el anciano padre c...