31 de octubre de 2022
- Vaya, no le veo hoy muy sonriente, Manuel. - Es que ayer me ocurrió... ¡No sé si contarlo! - ¡Cuénte, cuente que me divierta un rato! - Pues que una señorita "despampanante", la muy pécora, pretendía que nos enrollásemos. ¿Puede usted creerlo? - ¡Eso es normal! - Jaja... ¿normal? Ella casada y con hijos y yo igual. ¡Es una pécora! Ya se lo advierto a mis hijas e hijos: ¡Cuidado con los compañeros/as "demasiado" "cercanos" y "sensibles". Les digo: "Si un compañero/a te guiña el ojo, dale un trozo de papel para que se quite la mota de polvo que se le ha introducido, pero nada de acercarte a ella o él a soplarle". - Manuel, no hay que poner frenos a la vida. Lo que sea, será. - ¡Nada de eso! El timón de nuestras vidas lo llevamos nosotros. ¿Usted se metería en un maremoto diciendo: "Lo que sea, será"? Cuando uno ama debe estar vigilante para que nadie ni nada le robe el amor o se lo dañe. ¿Está usted casado? Pues tontee usted t