31 de octubre de 2019
  « Os aseguro que no me veréis  hasta que llegue el día en que digáis: Bendito el que viene en  nombre del Señor » (Lucas 13,31-35).   Jesús morirá por amor nuestro: « porque vine a servir y no a ser  servido. Yo soy amigo, y miembro y cabeza, y hermano y hermana y  madre: todo lo soy, y sólo quiero contigo intimidad. Yo, pobre por ti,  mendigo por ti, crucificado por ti, sepultado por ti; en el cielo, por ti ante  Dios Padre; y en la tierra soy legado suyo ante ti. Todo lo eres para Mí,  hermano y coheredero, amigo y miembro. ¿Qué más quieres? » (San Juan  Crisóstomo).   Las postales turísticas no representan bien lo que son las grandes ciudades. En ellas aparecen sus anchas avenidas, sus parques señoriales, sus nobles edificios, sus grandes arterias que se entrecruzan y luego se pierden por el enmarañado bosque de sus barrios periféricos... Pero las ciudades, sean grandes o pequeñas, se identifican sobre todo por sus gentes. Ellas son las que o...
 
 
