Lunes. Adviento.
¡Invita a Jesús!
Al entrar en Cafarnaúm, se le acercó un centurión, rogándole: «Señor, mi sirviente está en casa enfermo de parálisis y sufre terriblemente».
Jesús le dijo: «Yo mismo iré a curarlo».
Pero el centurión respondió: «Señor, no soy digno de que entres en mi casa; basta que digas una palabra y mi sirviente se sanará. Porque cuando yo, que no soy más que un oficial subalterno, digo a uno de los soldados que están a mis órdenes: «Ve», él va, y a otro: «Ven», él viene; y cuando digo a mi sirviente: «Tienes que hacer esto», él lo hace».
Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que lo seguían: «Les aseguro que no he encontrado a nadie en Israel que tenga tanta fe.
Por eso les digo que muchos vendrán de Oriente y de Occidente, y se sentarán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob, en el Reino de los Cielos;
Un hombre se cayó en un pozo de arenas movedizas.
Confucio lo vio y dijo: “Tenías que haber evitado lugares como éste”.
Buda lo vio y dijo: “Dejemos que lo que le ocurre a este hombre sea una lección para todo el mundo”.
Mahoma lo vio y dijo: “Es la voluntad de Alá”.
Al final pasó Jesucristo, lo vio y le dijo: “Toma mi mano, agárrate fuerte”, y lo sacó.
Sin despreciar a nadie, lo que resaltamos son actitudes con las que nos encontramos en nuestra vida o podemos tener nosotros.
Teorizar sobre las causas del hambre está bien, pero mejor es dar de comer y enseñar a ganarse el pan de cada día.
- ¿Invitas a Jesús a ser actor en tu vida?
- ¿Teorizas, pero no ayudas?
- ¿Con cuál de los 4 te identificas más?
Si lo prefiere puede descargar, para imprimir o editar, el Folleto Adviento 2017
Otros blog del autor: www.sendasparaelcorazon.org
Al entrar en Cafarnaúm, se le acercó un centurión, rogándole: «Señor, mi sirviente está en casa enfermo de parálisis y sufre terriblemente».
Jesús le dijo: «Yo mismo iré a curarlo».
Pero el centurión respondió: «Señor, no soy digno de que entres en mi casa; basta que digas una palabra y mi sirviente se sanará. Porque cuando yo, que no soy más que un oficial subalterno, digo a uno de los soldados que están a mis órdenes: «Ve», él va, y a otro: «Ven», él viene; y cuando digo a mi sirviente: «Tienes que hacer esto», él lo hace».
Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que lo seguían: «Les aseguro que no he encontrado a nadie en Israel que tenga tanta fe.
Por eso les digo que muchos vendrán de Oriente y de Occidente, y se sentarán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob, en el Reino de los Cielos;
Un hombre se cayó en un pozo de arenas movedizas.
Confucio lo vio y dijo: “Tenías que haber evitado lugares como éste”.
Buda lo vio y dijo: “Dejemos que lo que le ocurre a este hombre sea una lección para todo el mundo”.
Mahoma lo vio y dijo: “Es la voluntad de Alá”.
Al final pasó Jesucristo, lo vio y le dijo: “Toma mi mano, agárrate fuerte”, y lo sacó.
Sin despreciar a nadie, lo que resaltamos son actitudes con las que nos encontramos en nuestra vida o podemos tener nosotros.
Teorizar sobre las causas del hambre está bien, pero mejor es dar de comer y enseñar a ganarse el pan de cada día.
- ¿Invitas a Jesús a ser actor en tu vida?
- ¿Teorizas, pero no ayudas?
- ¿Con cuál de los 4 te identificas más?
Julián Escobar
Si lo prefiere puede descargar, para imprimir o editar, el Folleto Adviento 2017
Otros blog del autor: www.sendasparaelcorazon.org
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