Miércoles. Adviento. Lc 1, 26-38
¡Dejarse llenar!
En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María.
El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: «¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo» … «No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin».…
María dijo entonces: «Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho». Y el Ángel se alejó.
Dice Dios: ¿Cómo puedo llenarte tu corazón si lo tienes lleno de tonterías, como el odio, el rencor, la envidia…?
Un pobre fue a pedir a la casa de un rico. El rico le lanzó una piedra. El mendigo la cogió y la guardó en su mochila diciéndose: “La guardaré hasta el día que pueda lanzártela”. Así pasó los años, con el peso de la piedra y engordando la rabia y la venganza.
¿Quién no ha dicho u oído: “Algún día me las pagarás” o “Ésta te la guardo”? Como el mendigo vamos llenando nuestro corazón con piedras que nos lanzan y odios que engordamos. ¡No le dejamos lugar a la gracia de Dios en nuestro corazón! Cuando te lancen un desperdicio no lo recojas. Cuando te ofendan desprecia la ofensa y déjala a la puerta del que te la ha lanzado.
- ¿Tienes siempre en tu corazón lugar para Dios?
- ¿Llevas tu mochila llena de ofensas y desprecios?
- ¿Eres rico para perdonar y pobre para ofender?
Si lo prefiere puede descargar, para imprimir o editar, el Folleto Adviento 2017
Otros blog del autor: www.sendasparaelcorazon.org
En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María.
El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: «¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo» … «No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin».…
María dijo entonces: «Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho». Y el Ángel se alejó.
Dice Dios: ¿Cómo puedo llenarte tu corazón si lo tienes lleno de tonterías, como el odio, el rencor, la envidia…?
Un pobre fue a pedir a la casa de un rico. El rico le lanzó una piedra. El mendigo la cogió y la guardó en su mochila diciéndose: “La guardaré hasta el día que pueda lanzártela”. Así pasó los años, con el peso de la piedra y engordando la rabia y la venganza.
¿Quién no ha dicho u oído: “Algún día me las pagarás” o “Ésta te la guardo”? Como el mendigo vamos llenando nuestro corazón con piedras que nos lanzan y odios que engordamos. ¡No le dejamos lugar a la gracia de Dios en nuestro corazón! Cuando te lancen un desperdicio no lo recojas. Cuando te ofendan desprecia la ofensa y déjala a la puerta del que te la ha lanzado.
- ¿Tienes siempre en tu corazón lugar para Dios?
- ¿Llevas tu mochila llena de ofensas y desprecios?
- ¿Eres rico para perdonar y pobre para ofender?
Julián Escobar.
Si lo prefiere puede descargar, para imprimir o editar, el Folleto Adviento 2017
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