22 de Enero de 2018. Lunes. ¡Hay que atreverse!
Nicolas Ceucescu, el dictador de Rumanía, salió en una ocasión de incógnito a la calle para saber qué pensaba la gente de él. Pasó a un bar y preguntó a un hombre: “¿Qué piensa usted de Ceaucescu?”. El hombre le dijo al oído: “No puedo decírselo aquí, si salimos al campo donde nadie nos oiga, se lo digo”. Salieron al campo, se acercó al oído del presidente y le dijo: “Me gusta”.
Este hombre no se atrevía a decirle en público por miedo. ¿Cuántas cosas se consienten o se ocultan por miedo a los demás? ¿Hay cristianos que por “miedo” a los no cristianos “ocultan” o silencian su condición de cristianos? ¿Te atreves a hacer pública tu pertenencia a la Iglesia Católica?
Este hombre no se atrevía a decirle en público por miedo. ¿Cuántas cosas se consienten o se ocultan por miedo a los demás? ¿Hay cristianos que por “miedo” a los no cristianos “ocultan” o silencian su condición de cristianos? ¿Te atreves a hacer pública tu pertenencia a la Iglesia Católica?
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