19 de Febrero de 2018. Lunes. Mt 25, 31-43, 46

«Entonces dirá el Rey a los de su derecha: "Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme."» 

San Clemente Hofbauer, apóstol de Viena (+1820), hablando con un muchacho averiguó que en su casa no guardaban el ayuno de carne los viernes. El santo le recordó los Mandamientos de la Iglesia. Cuando llegó el viernes y en su casa la comida era de carne, el joven se negó a comer, recordando a sus padres que la Iglesia lo prohibía. El padre le dijo: “Todo eso son consejos de gente santurrona y timorata. Si te niegas a comer el guiso de carne, no comas”. La madre le llevó a escondidas comida de vigilia, pero el joven dijo: “No está bien que coma de vigilia a escondidas, hay que hacerlo ante los demás para dar ejemplo”. Nos guste o no “quien no es capaz de sacrificarse en cosas pequeñas, menos se sacrificará en cosas grandes”.

- ¿Eres de los que dicen: “eso de guardar la abstinencia es de gente beaturra?
- ¿Piensas que los Mandamientos de la Iglesia es una tontería?

Julián Escobar.

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