21 de Agosto de 2018. Martes ¡Honrar a Dios!

Alejandro Magno se aproximaba a la ciudad de Jerusalén. Los israelitas estaban temerosos y le rogaban a Yahvé su protección ante el conquistador Alejandro. El Sumo Sacerdote, con otros, con sus vestimentas sacerdotales, banda de oro en la cabeza con el nombre de Yahvé, y sobre su pecho el pectoral con las 12 gemas. Cuando Alejandro estaba ante el sacerdote, se postró en tierra, y le besó la mano. Uno de sus generales le preguntó por qué había hecho eso, el postrarse. Alejandro le contestó: “No me he postrado ante un hombre, sino ante Dios, del que él es su servidor”. Alejandro en su casa de Macedonia, había visto en sueños al mismo Sumo Sacerdote que le animaba y le aseguraba victorias
- ¿Qué le parece el gesto de Alejandro Magno?
- ¿Cómo es su trato con los sacerdotes?
Julián Escobar.


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