26 de Septiembre de 2018. Miércoles A la caza de los bienes materiales.

Nos parecemos a las jirafas. Sus cuellos crecen y crecen para comer los follajes de los árboles, tienen una glotonería famélica, pero para bajar el alimento a su estómago necesitan tanto tiempo, que, a pesar de comer tanto, su corazón puede quedar famélico (decía Tagore). Algo así nos ocurre a las personas. Tenemos ansias desmedidas de bienes materiales y descuidamos o despreciamos los valores espirituales. Los bienes materiales son buenos, pero sino nos convierten en jirafas.
- ¿Tienes en cuenta los valores espirituales o lo material te hace olvidar cualquier valor religioso?
- ¿Cómo compaginas lo espiritual y lo material?
Julián Escobar.


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