14 de noviembre de 2018 ¡De diez, sólo uno fue agradecido!
Sócrates propuso a sus discípulos este problema: “¿Cómo debe el hombre reconciliarse con Dios? ¿Qué medio empleará para lograrlo?”. No comprendía cómo Dios infinitamente santo, podía deponer su indignación contra el pecador…” Quizás no tenía cuenta que la misericordia de Dios es también infinita. Como una madre sigue actuando bien con sus hijos, aunque éstos sean unos desagradecidos.
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