16 de noviembre de 2018. ¡Comían, bebían… pero…!
Un relato de Tolstoi: Un hombre está en equilibrio sobre el abismo, colgado de un arbusto. Dos ratones, uno blanco y otro negro, símbolo del día y de la noche del alma, roen la raíz. Pero el hombre sólo se preocupa de los frutos dulces que descubre en el arbusto, los va comiendo con placer, ignorando la tragedia que va a sufrir. ¿Nos ocurre a nosotros algo parecido?
¿Qué drogadicto cree que terminará mal cuando empieza a drogarse? ¿Qué bebedor sin medida cree que terminará siendo alcohólico?
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