5 de Noviembre de 2018. Lunes ¡Dar ánimos!
Dos hombres en cama, en una habitación de un hospital. Uno de ellos está junto a la ventana, que de vez en cuando se incorpora y le describe a su compañero de habitación lo que él ve. Un día por la mañana llega la enfermera y encuentra al enfermo de la ventana. Una vez que se lo llevan, el otro enfermo pide que lo pongan en la cama de junto a la ventana. Con gran esfuerzo se incorporó para ver los jardines, las rosas, las parejas de los enamorados que le describía su compañero ahora difunto, pero sólo había un muro. El enfermo le preguntó a la enfermera cómo era posible que le describiera su compañero esas cosas maravillosas si sólo había un muro. La enfermera le dijo que el compañero difunto era ciego, imposible que viera nada. “¡Todo lo que él le decía era para darle ánimos a usted!”.
- ¿Usted da ánimos o los torpedea?
- ¿Sabe usted ver las cosas maravillosas que hay?
- ¿Usted da ánimos o los torpedea?
- ¿Sabe usted ver las cosas maravillosas que hay?
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